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Circuito O en Torres del Paine
Belleza Primordial y Retos Personales en Torres del Paine.
Marco Rosso
@marco_rosso86
Recuerdo muy bien aquel día de algunos años atrás cuando me atreví, en solitario, a lanzarme por el Circuito del Macizo Paine. Ese día, cruzando el paso John Garner famoso en la Patagonia y en el Parque Nacional Torres del Paine por sus fuertes vientos y su clima adverso, pensé que nunca en mi vida había estado maravillado de la simple y primordial belleza de la naturaleza. Venía de un viaje largo y agotador que durante casi dos años me había llevado a conocer la mayoría de los países latinoamericanos cargando mi mochila de lugar en lugar.
Esa primavera austral del año 2013 había decidido explorar y conocer la Patagonia, y por esas coincidencias de la vida había encontrado trabajo al interior del parque nacional mas bello y visitado de Chile: Torres del Paine. Durante esos bellos meses que pasé trabajando en uno de los hoteles del parque, descubrí el gran poder curativo que la Naturaleza actúa sobre nuestra mente y sobre todo nuestro espíritu.
Durante los días libres que me quedaban entre un rol y el otro (así se trabaja en la Patagonia cuando el lugar de trabajo se convierte en tu casa y tus compañeros en amigos) había aprovechado para conocer los senderos de trekking de Torres del Paine; empezando por los más sencillos como Mirador Cóndor o Mirador los Cuernos, acampando unos días a la orilla de la aislada y tranquila Laguna Azul y por supuesto caminando el mundialmente famoso recorrido conocido como W Trek.
Torres del Paine, O circuit. Vista al lago Dickson / Foto: @marco_rosso86
Siendo originario del norte de Italia y viviendo cerca de las Dolomitas ya tenía experiencia previa de caminatas en ambiente de montaña, inclusive un poco de conocimiento de escalada en roca y montañismo. Aún así, el ambiente de montaña de Italia y Europa en general es mucho más diferente; antes que todo el clima en verano es mucho más estable y fácil de predecir, muchísimas veces nos acostumbramos a caminar en pantalones y camisetas de mangas cortas ya que la temperatura se mantiene agradable durante todo el día. La conexión telefónica y de internet está prácticamente difundida en todos los rincones de esas montañas y no falta la posibilidad de llegar a la cumbre de un cerro o de cruzar un paso a los dos mil y pico metros y poder fácilmente hacer una llamada o enviar fotos a tus amigos. Desde niño me acostumbré muchísimo con los refugios de montaña que en Dolomitas están prácticamente a la vuelta de cada esquina, normalmente a 3 o 4 horas el uno del otro, y en caso de que llegue un temporal o una tormenta se sabe dónde buscar abrigo y una taza de café caliente.
Por lo general no hay campamentos en los circuitos de trekking y entonces para mí el desafío de enfrentarse con este tipo de recorrido estaba también en cargar con la tienda de montaña, el saco de dormir, la comida y todo el equipo necesario que una expedición de 7/8 días de trekking conlleva.
La primavera dejó espacio al verano, mi conocimiento de Torres del Paine se iba ampliando de a poco y también mi confianza y habilidad en llevar una mochila cargada por varios kilómetros y sobre todo en un ambiente hostil como es el de la Patagonia. Finalmente se me presentó la posibilidad de acumular unos días libres del trabajo, había llegado febrero y me sentía listo para salir de mi zona de confort y enfrentar en solitaria el reto de recorrer y conocer la parte “escondida” de esta maravilla natural.
Torres del Paine, O circuit. Paso John Garner / Foto: @marco_rosso86
El Circuito Macizo Paine, conocido internacionalmente con el nombre de Torres del Paine O Circuit es un recorrido de siete u ocho días que se tiene que completar en sentido contrario a las manillas del reloj alrededor de las cumbres del Macizo Paine. En total hablamos de caminar en forma independiente mas de 100km pisando una gran variedad de terrenos como extensa pampas barridas por el viento, prístinos y húmedos bosques Magallánicos en donde la chance de encontrarse cara a cara con un Huemul, el ciervo endémico de este rincón de Sudamérica es bien alta; bajar por fuertes pendientes en acarreo con presencia de nieve durante el verano o subir zigzagueando por bloques de granito de depósito morrénico mientras uno se aproxima al mirador de Base Torres o al increíble anfiteatro rocoso del Mirador Británico en el valle Francés.
Es difícil elegir una parte que sea más bella que otras ya que la belleza escénica de este recorrido está en el hecho que cada día es diferente de los demás. Si me preguntaran hoy qué fue lo que más me encantó durante esa primera travesía, diría sin duda alguna el día en que se cruza el paso John Garner, conectando el campamento Los Perros con campamento Grey o Paso. Desde mi punto de vista personal, esa fue una experiencia que marcó un antes y un después en mi vida y que me convenció una vez por toda a quedarme a vivir en la Patagonia.
La ascensión al paso se realiza primero cruzando durante poco menos de una hora la parte final del bosque de Lengas que llena el valle de Los Perros, aquí es muy común encontrarse con troncos caídos, pozas de agua y mucho barro sobre todo si está lloviendo o ha llovido en los días anteriores; por lo tanto mi consejo es llevar polaina en la mochila. Saliendo del bosque nos encontramos mucho más expuestos a las inclemencias del clima patagónico, y desde ahí tenemos unas dos horas y media más de subida para alcanzar el paso John Garner. En este tramo se encuentra la vegetación típica del desierto de altura, que por supuesto es muy escasa ya que durante todo el invierno y hasta la primavera avanzada esta área está cubierta con nieve. La huella en esta parte está casi ausente y el sendero está marcado con pircas o estacas, debido a que a veces las nubes pueden estar cubriendo esta zona y la visibilidad baja muchísimo. Para cruzar esta zona entonces hay que tener una buena orientación y conocimiento previo de navegación en montaña; mientras el día este lindo y bonito no habrá ningún inconveniente, pero si hay residuo de nieve, fuerte lluvia con baja visibilidad y ráfagas de viento típico de la Patagonia hay que tener mucho cuidado y en algunos casos si no van con un guía habilitado del Parque, los guarda parques no los dejaran cruzar el paso si las condiciones no lo permiten.
Torres del Paine, O circuit. Glaciar Grey vista panorámica / Foto: @marco_rosso86
Personalmente me tocó en una ocasión con un grupo tener que cruzar el paso con estos tipos de condiciones y la verdad que tuvimos que caminar bien compactos, manteniendo una distancia de un par de metros el uno del otro por la escasísima visibilidad, además limitando las paradas ya que el viento, el frío y el granizo o nieve que caía bajaba la temperatura corporal de forma muy rápida. Y eso que estábamos a principio del verano, como les conté aquí las estaciones no cuentan nada.
Una vez cruzado el John Garner nos encontramos en un mundo totalmente nuevo, a nuestros pies está la imponente masa del glaciar Grey con su 35 km de longitud y 240km2; más allá los picos nevados de los Andes Patagonicos en donde se divisan otros glaciares menores que componen el Campo de Hielo Sur como el glaciar Centinela, Pingo o Tyndal. La bajada también es algo delicado; antes que todo justo después de cruzar el paso y haber llegado a un primer balcón panorámico sobre el glaciar, hay que virar bruscamente hacia la izquierda (eso sería hacia el Sur) y no seguir bajando como naturalmente la pendiente del cerro lo indicaría. Con escasas condiciones de visibilidad han habido personas que perdieron el rumbo y el sendero principal y que lamentablemente han perdido la vida en este sector tan delicado.
Torres del Paine, O circuit. Glaciar Grey vista hacia los Campos de Hielo / Foto: @marco_rosso86
Una vez alcanzado el bosque la vegetación nos vuelve a proteger de las intemperie, aún así hay que tener bien cuidado donde se apoyan los pies ya que la pendiente se hacen bien pronunciada y la presencia de raíces y en ocasiones barro, convierte este sector bastante problemático sobre todo si se está cargando una mochila con 15/18 kg de peso. Nuevamente mi consejo para enfrentar esta parte y las demás del circuito, es llevarse unos buenos bastones de trekking!
Una vez terminada esta bajada que dura aproximadamente de 30 a 45 minutos, sigue una parte bastante más sencilla en la que el glaciar Grey se esconde detrás de los siempre verde Coigües que caracterizan este sector, y finalmente se debe de llegar al campamento Paso no más allá de una hora y cuarto, hora y media desde el paso. Este sector de acampada está administrado por CONAF y aunque sea gratuito se necesita reserva previa para poder pernoctar; además todos los caminantes tienen que registrarse para que los guarda parques al final de día tengan una cuenta de cuantos salieron de Los Perros y cuantos transitan por Paso.
Torres del Paine, O circuit. Puentes colgantes / Foto: @marco_rosso86
La segunda parte de este día bastante largo y agotador no deja de encantar al caminante. El sendero sigue por la ladera occidental del Cordon Olguin, con subidas y bajadas leves que permiten de seguir divisando el glaciar Grey situado a nuestra derecha; hoy en día hay tres puentes colgantes que añaden seguridad, rapidez y espectacularidad a la ruta. Anteriormente cuando hice mi primera travesía, había que cruzar bajando y subiendo por escaleras de madera y acero, las cuales eran bastante inestables sobre todo cuando había viento o estaban mojadas; así que no se preocupen que con el estado actual del sendero y con los puentes alcanzaran el campamento y refugio Grey en algo como tres horas de marcha desde el campamento Paso. En mi opinión esta es la parte del entero Circuito Macizo Paine que va a quedar bien marcada en su memoria por su inolvidable belleza escénica.
El Circuito O de Torres del Paine es una experiencia que no solamente los dejará asombrado por sus increíbles vistas, paisajes variados y senderos en perfecto estado de conservación, sino que mas bien va a ser una experiencia de reto y de mejora personal. Los invito entonces a viajar a Puerto Natales para que se animen a conocer esta maravilla de la naturaleza que Chile ha sabido cuidar y preservar, pero sobre todo los invito a dejar al lado las comodidades de la ciudad y de lo cotidiano para lanzarse a la ventura y sorprenderse de lo que podemos lograr simplemente cargando lo necesario en nuestra espalda y enfrentándonos al clima riguroso de la Patagonia, tan caprichoso pero que nos hacen sentir vivos y presente en este mundo tan bello!
Marco Rosso
@marco_rosso86
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